“el frio me rompe los huesos, hemos caminado mucho tiempo y aun no hemos encontrados indicios de la fuente que describe el pergamino. Ahora somos un grupo más reducido ya que los licanes nos han arrebatado a tres de nuestros hombres. La comida escasea y las raciones son demasiado pequeñas para cada hombre. No sé por qué me he aventurado en esta travesía sin fin, aun así Neil es optimista y me reconforta con sus palabras de aliento.
En este momento nos encontramos en un claro del bosque, si es que se puede llamar así, y gritos estridentes de gente desesperada se escuchan a menos de 2 kilómetros. En este bosque tienes que aprender a convivir con la muerte”
Relatos del excursionista Estephan Falivane. Hora desconocida, día desconocido de julio de 1861.
miércoles, 15 de julio de 2009
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